Llega el momento en el cual te das cuenta que estás dejando de ser un adolescente y estas convirtiéndote en adulto.
Una etapa en la que la estabilidad psicológica juega más en contra que el crecimiento y te percatas de muchas cosas que no tienen fundamentos para que puedas encontrar una verdad absoluta, intentas descubrir tu esencia, no sabes si pensar con la lógica o el sentimiento, en situaciones no te sentís valorado, velas por encontrar respuestas a muchas preguntas, muchas veces te puede entrar un vacío existencial y te empezás a preguntar: ¿y ahora qué hago? ¿Será que algo estaré haciendo mal? Te alías con las personas para descubrir verdaderas amistades, buscas ideas frescas en otras personas, estas en búsqueda de esa persona ideal y millones de cosas.
Lo más lindo es que te satisface poder lograr metas que te propones, en ocasiones el exterior no importa y solo vos sos el que tiene que darse un tiempo a solas para hacer lo que más te guste hacer.
La capacidad de pensar y analizar las cosas te abre nuevos caminos, pero sin embargo te quita otros, como cuando eras un niño y nada te importaba, total ser feliz era lo que se sabía hacer.
Muchas veces buscamos la felicidad, quizá en lugares donde encontramos de todo menos lo que buscamos, es por eso que debemos estar bien atentos para observar y ver tan rápido que podemos lograr cambiar para poder obtener y conseguir lo que anhelamos .
Para mí lo más importante es ser feliz y cuando estamos feliz internamente, seremos felices externamente.
"No existe en mi vocabulario el ojalá, tal vez o a lo mejor, es ir a todo o nada".
Me encantó!
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