Soy una persona que muchas veces quiere solucionar
algunos conflictos pero todo termina en contra de mi empeorándose, algo que
nunca entendí ni voy a entender, mejor dejar que cada situación siga su rumbo y
no meterse.
La mayoría de las veces creía que las decisiones que
tomaba estaban mal, sin embargo en este momento creo que muchas fueron acertadas
y las dejo de cuestionar.
Mi vida siempre fue como un efecto deja vu y me
asusta a veces con la posibilidad de predecir lo que pasa en el futuro, pero
situaciones, señales y personas que invitan a que algo va a pasar mucho antes
con un aviso.
En uno de esos ciclos de repetición me encontré con una situación
en particular que me marco mucho hace años, se dice que de los errores se
aprenden, pero la verdad es que llegado el momento no supe volver a resolver
quedando como un cobarde, sin siquiera
saber cómo cortar y dejar que me siga lastimando, tomando las medidas más drásticas
para salir de ahí.
Cuando menos te das cuenta se pasa el dia, y asi las
semanas y los años y te preguntas ¿qué estuviste haciendo todo ese tiempo para
no saber cómo lidiar con una situación muy similar?. Tal vez estuve tratando de
superar, olvidando o simplemente nada.
Y ahí es donde aparecen esas personas que menos te podrías
imaginar, con quienes te sentís identificado, más que nada por haber pasado
experiencias similares, encontras un poco de refugio y apoyo, y volves a
recuperar esa libertad que creías por perdido.
Todos decimos cosas malas y feas, clasificándolas como
desagradables, pero nunca nos sentamos a sacar provecho, lo primero que hacemos
es olvidar o siquiera intentarlo sin darnos cuenta que tenemos un gran
potencial en los hechos y vivencias que hemos transitado.
Se trata de dar pasos, caerse, buscar, pensar, emplear y sacudirnos el polvo pero por cada vez que
te levantas sos aún más fuerte del que cayó en el piso.
Renuévate, se más cauteloso,sabio, y aprende cartas.
El desconfiar es un arma de doble filo, solo hay que
tener paciencia, a la experiencia desarrollarla como la llave para encontrar la
puerta adecuada, viendo lo lindo del mundo, mirándote, buscándote, examinándote
y veras como todo saldrá como queres.
Las situaciones que pasamos por las vidas muchas veces
nos hacen odiar aunque el odio sea mínimo y pequeño, pero por sobre todo se
debe reir, en los momentos que queremos recordar por siempre en que el tiempo
se alarga y los problemas se solucionan, riéndonos para congelar situaciones y vivirlos por años ,aunque sean
segundos o minutos y no todo sea odio a quien nos dañó o no nos valoró, sin
explotar cuando la mente no da abasto, en los momentos cuando no se encuentran
soluciones es cuando uno toca fondo, y es ahí cuando toca relajarse y dejarse
fluir como el viento.
Con el tiempo sufrimos grandes cambios que necesitan
grandes pensamientos, hay que tenerlo presente no solo ahora sino cuando
estamos solos, enfrentándote a una vida diferente a la que pudiste haber estado
viviendo, prepararte para la vida porque es donde comienzas a caminar, te caes
tantas veces como las que nunca te dejaron caer tus padres cuando eras bebe,
pero aprende de cada caída, teniendo ojos de búho teniendo precaución como la
del ciego con su bastón, tratando de oír lo que un sordo puede percibir, pero
por sobre todo el secreto para ser feliz esta en ayudar y amar como hacen los ancianos.
Como dice la letra de una canción “quien dijo que todo está
perdido yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Naa no creo que sea tan así, quizás todo sea destino o casualidad.
Comentarios
Publicar un comentario